"Busco de Dios y me va peor"

"Busco de Dios y me va peor"... esta es la frase que le he escuchado a muchas personas cuando piensan que cuando al fin decidieron obedecer la voz de Dios quedan  "decepcionadas" al ver  que las situaciones de sus vidas que quieren mejorar y cambiar están "empeorando".

Sí, tal parece que todo empeora, pero en realidad no es así... es como cuando vas a el cuarto de sanalejo a buscar algo que hace mucho tiempo no usabas y estaba ahí en el olvido, comienzas a limpiarlo y de repente se hace una nube de polvo, que puede llegar a producirte alergia; sigues limpiando y para soprpresa tuya hasta tenía gusanitos, pequeños bichitos que te dan asco y te llevan a pensar que mejor botas lo que tienes en las manos, pero no... lo necesitas y sigues limpiándolo, pero te decepcionas, observas que ya no está tan en buen estado como esperabas encontrarlo, que tiene ranuras, que la pintura se ha caído... tal parece que lo que querías hacer con eso no lo podrías hacer...

Pero te decides y te determinas, sigues limpiándolo, continúa el polvo, los bichitos, tu ilusión se va apagando cuando al principio lo que tenías era una gran expectativa con la decisión de ir, buscar y usar algo que tenías en el olvido.

Así pasa cuando te acercas a Dios y todo parece que va peor... pero no, es él limpiandote, preparándote, moldeando tu caracter, enseñándote y llevándote a que lo conozcas y Él... el Maestro por excelencia te enseña a restaurar esa pieza que tanto necesitabas: tu vida, tu corazón, tu familia, tus estudios, tu trabajo.

Pieza que cuando quede restaurada será una obra perfecta, más preciada que lo que era al principio y con la belleza del toque de tu disposición y de la mano de Dios.