El Endulzante de la Vida

Es tan complejo escribir sobre un vínculo invisible que une lo visible, una trenza de dos dobleces formada por risas, alegrías, vivencias, lágrimas, desilusiones, abrazos, miradas, juegos, un sin número de palabras que unidas se resumen en vida, sí eso es la amistad parte de la vida.

Confieso que estaba bloqueada para escribir y la llamada “casual” de una amiga me desbloqueó e inspiró, estas podrían ser suficientes palabras para un buen entendedor, pero pocas para un escrito en un blog.

¿Qué tan sola y falta de consejo sería la vida sin un buen amigo? Los días parecerían nublados todo el tiempo y las noches se vieran más negras aunque la luna estuviese en todo su furor… esto sería la vida sin un pilar que en mi vida es fundamental como la amistad.

Un privilegio del que se supone la mayoría de seres humanos disfrutamos, que nos permitiría ver los problemas menos grandes y las alegrías enormes y duraderas.

¿Suena fantasioso? Tal vez sea sí, pero todo depende del concepto de amistad que tengas estimado lector. Cuando ya conoces los defectos y actitudes negativas del carácter de las personas que te rodean y hasta conozcas parte de sus historias, y además eres conciente de los defectos propios, sabrás tolerar y soportar los errores ajenos y tendrás las bases suficientes para observar la hoja blanca de tu amigo y no el punto negro. Valorarás aquella llamada oportuna, aquel abrazo a tiempo, aquella voz de aliento, aquel regaño que una vez te disgustó.

¡Va pa´esa! Es la frase que escuchan mis oídos, y que más que ser un sí definitivo a algún plan de amigos, es un sinónimo de confianza, de “compinchería”, de apoyo y de saber que en momentos buenos, malos, en la distancia o en la cercanía podrás contar con esa persona.

-Los años pasan, el oro se prueba con el fuego, con el tiempo y las circunstancias sabes quien es tu amigo verdadero-